Traumas

Llamamos trauma a una herida causada por  un evento amenazador externo que perturba el bienestar emocional de un individuo. Este perjuicio afecta de manera persistente al inconsciente, haciendo que la persona se sienta vulnerable e indefensa.

Estos eventos o experiencias traumáticas suponen una amenaza para la seguridad del individuo, aunque dicha situación pueda o no implicar daños físicos. Es la experiencia emocional causada la que determinará si el evento es traumático o no, porque sus efectos dependerán de cada persona, de su historia, el entorno afectivo, y del momento que se produjo.

Los traumas pueden generar reacciones emocionales de carácter cognitivo, físicas, conductuales e incluso espirituales de aquellos que los sufren.

Algunos ejemplos de situaciones que conducen al trauma son:

  • Enfermedad inesperadas
  • Situaciones de Robo o asalto.
  • Agresiones con violencia
  • Violaciones
  • Maltrato físico o psíquico
  • Perdidas de seres queridos
  • Accidentes de tráfico, laborales o deportivos
  • Fenómenos y desastres climatológicos
  • Hechos no superados de la infancia

Síntomas físicos del  trauma:

  • Insomnio
  • Taquicardias
  • Fatiga
  • Ahogos
  • Molestias físicas
  • Contracción muscular
  • Dificultad de concentración
  • Espasmos y temblores
  • Tics
  • Agitación y nerviosismo

 Síntomas emocionales del  trauma:

 Sentimientos crónicos de vacío.

  • Inestabilidad afectiva.
  • Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlarla.
  • Miedos, angustia, desasosiego
  • Sentido de culpabilidad
  • Cambios de humor
  • Agitación y nerviosismo
  • Conmoción, negación o incredulidad.
  • Pesimismo
  • Tristeza
  • Indecisión , desconcierto, confusión
  • Aislamiento social

Estos síntomas y manifestaciones, pueden durar desde unas semanas hasta unos meses, disminuyendo gradualmente. No obstante pueden volver aparecer ante momentos difíciles que recuerden eventos dolorosos, especialmente ante la proximidad de fechas, recuerdos de  una imagen, sonido o situación.

El trauma, independientemente de su origen, daña de una manera importante la salud, el bienestar y la seguridad de las personas, que pueden llegar a fomentar creencias falsas y destructivas de sí misma y del entorno social al que pertenece. Estas creencias pueden interferir y dificultad la conducta personal.

Cada uno de nosotros vamos a afrontar nuestra experiencia, nuestro pasado traumático de un modo u otro, puede que para algunas personas dichos eventos del pasado sean un revulsivo que superar y por el que luchar día a día. Algo que asimilar, aceptar y afrontar para recuperar su salud física y emocional.

Y ahora dime…

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