TERAPIA DE DUELO
La terapia de duelo comprende el proceso individual de cada doliente. Este proceso trata de asistir, acompañar y descubrir junto al doliente cómo están sus bloqueos, emociones y cómo gestionar y afrontar el dolor.
El objetivo principal es que el doliente acepte su dolor, que inexcusablemente debe estar presente. Es muy común observar como tanto el doliente como sus familiares procuran apartar, distraer y obstaculizar el dolor, llegando a complicar el proceso de duelo.
La primera fase de cualquier terapia de duelo se centra en el reconocimiento de la pérdida, hay que motivar la aceptación propia del hecho de que la persona ya no estará más. Asimismo, dependiendo del tipo de muerte, se debe utilizar un mensaje en particular.
En ella, el profesional y el doliente realizan un trabajo conjunto de complicidad y acompañamiento a las experiencias internas del doliente.
¿Cómo puede ayudarme la terapia de duelo?
La terapia es aconsejable cuando se produce una muerte inesperada y traumática o cuando, a pesar de haber pasado ya algunos años, no se ha logrado superar la pérdida.
La terapia de duelo como tal trabaja un contenido basado en la unidad familiar, el reconocimiento de la importancia de la vida y lo inevitable de la muerte. En ella se ayuda a posicionar en la mente de los familiares aquellos valores y buenos momentos que se compartió en vida con la persona fallecida.
Si se hace correctamente y se proporciona ese apoyo mutuo entre los familiares para superar poco a poco la muerte del ser querido, se anticipa la cotidianidad en los días venideros.
Proceso de duelo
A partir de la pérdida, se recomienda a los familiares que identifiquen y acepten las etapas de rabia, tristeza y vacío emocional, para que puedan desarrollar un proceso exitoso en la terapia.
Estas manifestaciones no se pueden reprimir. Pero tampoco es aconsejable llevarlas al extremo. Hay que aceptarlas para darle un espacio a los buenos recuerdos vividos con la persona fallecida. Existe la creencia de que cuando se realiza una terapia de duelo se va a olvidar al ser querido y no es así. El objetivo de esta terapia es darle un lugar especial a ese ser querido e ir aprendiendo a vivir sin él.
Superar un duelo por muerte de un ser querido es uno de los desafíos a los cuales todos nos enfrentaremos en un momento de nuestras vidas.
No obstante, el ser humano está preparado para afrontar esta fase o proceso. Todos poseemos una capacidad innata de vida, que nos orienta hacia la felicidad y a encarar y contrarrestar las dificultades y pérdidas que comprende la vida.
¿Cuándo es necesaria?
En la mayoría de los casos, el duelo se elabora y se soluciona con el transcurso del tiempo, permitiendo que la persona continúe con un ritmo de vida normal. No obstante esto no implica que el proceso vaya a ser sencillo, ni que se haga solo. Requiere implicación y esfuerzo por parte del doliente. También es frecuente que el doliente se vea incapaz de afrontarlo solo, llegándose a bloquear y sentirse estancado en las emociones y pensamientos, dificultando su vida.
A pesar que todas las emociones son lógicas y saludables en este proceso de duelo, hay que examinar si cuando va pasando el tiempo, incluso años, persisten las emociones desmesuradas. Esto sería una pista que nos indicaría que no se consigue elaborar la pérdida y que el proceso puede estar bloqueado, llegando a producirse un duelo complicado o patológico. Es en este momento que se aconseja solicitar ayuda.
Transitar el dolor
La muerte de alguien cercano a nosotros es una de las situaciones más dolorosas y desgarradoras que puedes vivir. Entrar en contacto con la muerte nos hace frágiles y nos hace sentir tremendamente mortales. Siempre tratamos de descartar este pensamiento, cuando se trata de una pareja, un padre, un amigo, un ser querido… Pero cuando algunos de ellos muere, aparece el dolor y no sabemos cómo seguir adelante.
Aunque a veces nuestro ser querido tenga una larga enfermedad y nos prepare de una manera determinada para su salida, cuando sucede nunca estás listo.
El duelo anticipado no implica que las personas no tengan que transitar el duelo. El dolor va a ser igualmente insoportable. El duelo anticipado nos va permitiendo ir adelantado algunas etapas del duelo. Pero esto no significa que no va a haber sufrimiento en el momento de la muerte, sino que se va a tomar este sufrimiento con cierta aceptación cuando no se complica este proceso.
Sugerencias que pueden ayudarte en el proceso de duelo
- Comprende y acepta que tu duelo es único. La relación de cada persona con el fallecido o la fallecida es distinta, así como también lo es la expresión del duelo.
- No trates de compararte con otras personas y asumir erróneamente que tu duelo tiene un tiempo límite. Trata de tomarte cada día como se presenta, sin expectativas, viviendo tu duelo a tu propio ritmo.
- Presta atención a los síntomas físicos, psicológicos y emocionales que puedas experimentar, como apatía, ansiedad, falta de apetito, insomnio, confusión, desorganización, falta de concentración, miedo…
- Es muy importante que tomes consciencia de las expresiones de tus sentimientos y la comprensión de ellos para poder atenderlos y resolverlos de una manera positiva y reconectarte de nuevo con la vida.
- El duelo resta energía y no nos permite funcionar adecuadamente. Desgasta física, psicológica y emocionalmente. Por eso necesitamos el espacio y el tiempo para vivir nuestro duelo intensamente.
Duelo complicado
Es normal sentirse triste, adormecido o enojado después de perder a alguien a quien amas. La tristeza nunca desaparece por completo. Pero no debe permanecer en el centro del escenario. A medida que pasa el tiempo, estas emociones deberían ser menos intensas e ir aceptando la pérdida poco a poco. Si el dolor está estancado y no mejora en el tiempo o tu dolor está intensificándose, puede ser una señal de un problema más grave, como el “duelo complicado” o la depresión mayor.
El duelo complicado es como estar atrapado en un intenso estado de duelo. Es posible que tengas problemas para aceptar la muerte mucho después de que ha ocurrido o estés tan preocupado con la persona que murió que interrumpe tu rutina diaria.
Síntomas de duelo complicado
Los síntomas del duelo complicado incluyen:
- Intenso anhelo por los fallecidos
- Reiterativos pensamientos de tortura sobre el fallecido
- Negación de la muerte o sentimiento de incredulidad
- Imaginar que el ser querido está vivo
- Buscar a un ser querido fallecido en lugares conocidos
- Evitar cosas que te recuerdan a tu ser querido
- Cólera extrema o amargura por la pérdida
- Sentir que la vida es vacía o sin sentido
El dolor del duelo es muy subjetivo y cada persona reacciona de manera diferente frente a la muerte. No hay manera correcta o incorrecta de actuar. Pero si el dolor te impide volver a tus actividades normales es el momento de iniciar una terapia de duelo con la ayuda de un especialista que te acompañe en este proceso.
Diferencia entre el dolor y la depresión
Diferenciar entre el dolor y depresión en un proceso de duelo no siempre es fácil, pues existen muchos síntomas comunes. No obstante, existen escalas para diferenciarlos.
El dolor es producido por la separación física y emocional del ser que se querido que ha fallecido. En un primer momento, nos sentimos incapaces de asimilar esta triste realidad y de afrontar el presente y futuro sin él o ella. Es un estado de total desequilibrio causado por el impacto de la pérdida. Puede asemejarse a una montaña rusa. Aparecen una gran variedad de emociones, una mezcla de días buenos y malos.
Con la depresión, por otro lado, los sentimientos de vacío y desesperación son constantes.
El sufrimiento nos impide aceptar la realidad actual y continuar con nuestra vida presente y pensar en un futuro positivo sin la persona que ha fallecido. Este sufrimiento nos llevará una y otra vez al pasado, a los recuerdos y al deseo insistente de que vuelva a ser todo como antes.
El dolor es inevitable cuando nos enfrentamos a la muerte de un ser querido, mientras que la depresión llegará luego cuando el sufrimiento de la herida producida por la pérdida no logra cerrarse destruyendo cualquier posibilidad de crecimiento y aprendizaje.
Síntomas de depresión
Síntomas que sugieren depresión, no sólo dolor.
- Intenso y torturador sentido de culpabilidad
- Pensamientos de suicidio o preocupación por morir
- Incapacidad para incorporarse al mundo laboral, hogar o escuela
- Movilidad reducida en el físico o habla
Como dice el proverbio chino:
«No podemos prevenir que los pájaros vuelen sobre nuestras cabezas, pero si evitar que formen sus nidos en nuestro cabello.»
Somos responsables por las decisiones que tomamos, incluso cómo escogemos vivir nuestro duelo. Podemos escoger no hacer nada, caer en la desesperación y en la apatía. O podemos escoger iniciar una terapia de duelo y luchar para construir. No solamente para sobrevivir, sino para poder seguir viviendo.
Mitos sobre el duelo
Mito: El dolor desaparecerá más rápido si lo ignoras.
Realidad: Tratar de ignorar tu dolor o mantenerlo en la superficie sólo empeorará a largo plazo. Para la curación real es necesario hacer frente a tu dolor y tratar activamente con él.
Mito: Es importante «ser fuerte» ante la pérdida.
Realidad: Sentirse triste, asustado o solo es una reacción normal a la pérdida. Llorar no significa que seas débil. Mostrar tus verdaderos sentimientos puede ayudarte muy positivamente en el proceso del duelo.
Mito: Si no llora, significa que no está arrepentido por la pérdida.
Realidad: El llanto es una respuesta normal a la tristeza, pero no es la única. Los que no lloran pueden sentir el dolor tan profundamente como otros. Pueden simplemente tener otro modo o canal de demostrarlo.
Mito: La pena debe durar alrededor de un año.
Realidad: No hay un marco de tiempo correcto o incorrecto para el duelo. El tiempo que toma puede variar de persona a persona.
Mito: El tiempo lo cura todo
Realidad: Con el tiempo la tristeza va disminuyendo con respecto al momento inicial de la pérdida. Pero esto no significa que el dolor se cure, pueden pasar años y ese dolor nunca sanar. Eso sí, se aprende a vivir con el dolor.
“El arte de vivir implica saber cuándo aferrarse y cuándo dejar ir.” Havelock Ellis
Y ahora, recuerda…
“Lo que una vez disfrutamos, nunca lo perdemos. Todo lo que amamos profundamente se convierte en parte de nosotros mismos.” Helen Keller
El duelo es un proceso normal pero si quieres pasar por las distintas etapas con apoyo y técnicas para aliviar la tristeza que te embarga, puedes iniciar tu terapia de duelo para emprender un nuevo camino.
- ¡No te rindas!
- ¡Hoy puedes emprender un camino nuevo!
- ¡Es el momento de actuar!