PERDIDAS EMOCIONALES

Las distintas perdidas emocionales

Nuestra cultura occidental y progresista ha asociado el duelo a la pérdida por la muerte de un ser querido. Pero el dolor, la tristeza y todas y cada una de las emociones, pueden ser de igual o mayor intensidad y dificultad en otros tipos de perdidas emocionales:

  • Pérdida de salud propia o en la salud de un ser querido.
  • Pérdida de la imagen física: deformaciones por accidente, pérdida de peso u obesidad.
  • Pérdida de la juventud y avance hacia el envejecimiento.
  • Pérdida de relaciones: divorcios o cambios en las relaciones, incluidas las amistades
  • Pérdida de un ser querido: muerte de un familiar, amigo o mascota.
  • Pérdida de una estabilidad económica: pérdida de trabajo, empobrecimiento del nivel de vida.
  • Pérdida de estilo de vida: jubilación o movilidad geográfica.

El duelo es la respuesta normal y sana a una pérdida de alguien o de algo. Detalla las reacciones o sentimientos, que nos hace pasar por ese periodo que llamamos duelo. Las personas necesitan experimentar el sufrimiento, expresar los sentimientos que se van presentando y expresarlos  de una manera sana para que la herida cicatrice.

El elemento común en las perdidas emocionales y el consecuente proceso de duelo es que desata acontecimientos o situaciones que no está bajo nuestro control.

Protegernos frente a la pérdida en lugar de llorar y sanar nuestras pérdidas es una de las causas principales del desgaste humano.

«El arte de vivir implica saber cuándo aferrarse y cuándo dejar ir».  .  .  .  .  . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Havelock Ellis
“Ahora no es el momento de pensar en lo que no tienes. Piensa en lo que puedes hacer con lo que hay
Hemingway

Se hace referencia a 5 etapas en el proceso de duelo o pérdida. Estas son las identificadas por la Dra. Elisabeth Kübler-Ross, una de las mayores expertas mundiales en el sombrío campo de la muerte. Describen las diferentes fases de una persona ante la muerte.

La Dra. Kübler-Ross reconoce las siguientes 5 etapas del duelo:

  1. Negación: Primero, durante esta etapa, la realidad de la muerte o pérdida no ha penetrado totalmente en la conciencia de la persona. “Esto no está sucediendo”, “No es posible”.
  2. Ira: Cuando ya no es posible ocultar o negar esta muerte comienza a surgir la realidad de la pérdida y su consecuente dolor. “¿Por qué me está sucediendo? ¿Quién es el culpable?”.
  3. Negociación: En esta etapa surge la esperanza de que se puede posponer o retrasar la pérdida. “Haré un cambio en mi vida solo si eso significa que puedo recuperarlo”.
  4. Depresión: En esta cuarta etapa el afectado comienza a comprender la evidencia de la pérdida y expresa un aislamiento social en el que se rechaza incluso la compañía de seres queridos. “Ya no me importa”.
  5. Aceptación: Por último, este es el momento en que hacemos las paces con esta pérdida. Permitiéndonos la oportunidad de vivir a pesar de la pérdida. “Me siento en paz”.

El duelo puede presentar tanto síntomas físicos como emocionales. Y existe una gran similitud con los síntomas de la depresión.

Síntomas emocionales:

  • Shock
  • Tristeza
  • Ira
  • Ansiedad
  • Culpa
  • Confusión
  • Negación
  • Desorganización
  • Miedo
  • Irritabilidad
  • Soledad

 

 Síntomas físicos:

  • Colitis
  • Mareos
  • Taquicardias
  • Alucinaciones
  • Cefaleas
  • Hiperventilación.
  • Inquietud
  • Insomnio
  • Opresión en el pecho.
  • Fatiga
  • Pérdida o aumento de peso.

Todos estos síntomas son lógicos. No obstante, no todas las personas que están pasando por una un duelo experimentan todas estas emociones. Y no en el mismo orden. También es común volver a pasar por alguna de estas etapas más de una vez. El duelo puede incluir otras emociones e, incluso, síntomas físicos.

Resulta muy complicado hacer una aproximación ya que no existe un duelo igual a otro. Por tanto, no existe una medida única de dolor.

El proceso de duelo completo estimado puede durar entre 6 meses y 2 años aproximadamente, dependiendo de varios factores. Entre ellos:

  • Importancia de la pérdida. Las pérdidas personales suelen precisar un mayor período de recuperación al de otro tipo de pérdidas.
  • Acompañamiento o apoyo social. Las personas que se sienten rodeados de amigos o familiares que les apoyen y les haga sentir queridos, facilitan o atenúan el dolor.
  • De la personalidad. Existen personas que perciben las emociones con mayor intensidad, mientras que otras tienen mayor contención. De igual forma, hay quienes poseen mayor facilidad para caer en  pensamientos negativos, profundizando en un bucle de dolor o depresión.
  • De la autoestima. Un nivel alto de autoestima o confianza beneficia, y evita no tener pensamientos autodestructivos ni de acontecimientos adversos.
  • De la resiliencia personal. Finalmente, para las personas resilientes (capacidad de asumir con flexibilidad situaciones adversas) no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata de una simple expresión, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo.

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